Repsol ha dado a conocer cómo está automatizando sus procesos industriales mediante brazos robóticos y robots móviles de almacén. Este movimiento forma parte de un plan estratégico de digitalización y automatización de los procesos con el que el gigante del sector energético pretende incrementar la seguridad de sus empleados, así como la eficiencia y la explotación de los recursos.
Para obtenerlo han apostado por la creación de dos espacios de investigación y experimentación, dedicados cada uno de ellos en el desarrollo de software y hardware para aplicaciones robóticas. El equipo que crea el hardware trabaja en el centro Repsol Technology Lab en Madrid. Allí se dedican a investigar aplicaciones para las infraestructuras logísticas, automatización de almacenes y robots inteligentes que sean capaces de realizar manipulaciones de equipos industriales en sitios de riesgo.
El plan comenzó con la renovación de cien procesos productivos implementando tecnología RPA (Automatización Robótica de Procesos). En un principio los robots AGV efectuarán el suministro de muestras de laboratorio. Hasta la fecha han realizado un robot llamado RobLab. Se trata de un robot colaborativo totalmente independiente que dispone de cámara 3D de profundidad, sensores de ultrasonido y sensores anticolisión con los que detecta y evita los objetos que se encuentra en su camino. Incorpora un sistema de navegación SLAM y otras tecnologías avanzadas que le permiten desplazarse e incluso ir al punto de recarga sin precisar con la intervención humana.
Tal y como ha expresado la corporación, buscan que las personas sean los encargados de tomar decisiones y aporten valor a los procesos, mientras que pretenden delegar en las máquinas las tareas más rutinarias de sus centros de trabajo.
La empresa ha señalado que prevén un retorno de 3 millones de euros, cifras que irán incrementándose a medida que se vayan automatizando el resto de los procesos.